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viernes, 15 de julio de 2011

...el cuerpo del insecto y yo nos hicimos uno...

...Planeando el cuerpo del insecto y yo nos hicimos uno. Aterrizamos en una nariz pequeña y respingada, de noche, mientras todos dormían y callaban no escuchaban los pasos de mi transporte alado.
 

Esa nariz se ha percatado de que mis horarios no son los normales, me he convertido en una noctívagamental, ociosa, silenciosa, deliciosa y a la vez colmada del mejor viaje mental que se puede comprar, uno dotado de percepciones sin substancias, entregada a expectativas y quimeras, me siento en una nariz y puedo pensar-imaginar e irme a cualquier parte del mundo, gateando o volando en mi insecto, a cualquier parte que habite en la insólita, curiosa mente, recorrer una y otra vez los caminos de los labios que he tocado o unos nuevos que he imaginado, la entrepierna de mujeres bellas y suaves como el satín, el cabello de un hombre que se ha detenido a besar mi vientre, o un lugar "vacio" lleno de gente y luces neón, gente tras el escape del pensamiento, que lo calla con música repetitivamente estruendosa, podría ir mentalmente ahí pero me quedo con ella, la dueña de la nariz…

...es que ella es hermosa!! no es perfecta, pero... si la miraras como yo hago, entenderías…

Esos besos al aire que rebotan de su mano a mi mejilla, esas incomprensibles sonrisas, no es perfecta como ya lo dije por que me he dado cuenta que es cruel, es exigente, es maliciosa, pero esas piernas largas, sus caderas anchas y la pequeña cintura hacen una forma majestuosa, esas imágenes que detienen el aliento, que contienen la lógica y la razón. 

HEY!! Es grosero que me mires de esa manera, es en serio! Si pudieras mirarla como lo hago yo te percatarías de esa larga melena negra y brillosa, esos grandes ojos radiantes, esa piel de terciopelo tan blanca Ooh! Tan blanca que parece que centellea, esa risita que oculta el plan malévolo, ese porte de confianza al andar con semejante cuerpo irreal, tan irreal que ni siquiera los griegos pudieron esculpirlo tan bellamente como hace mi mente ahora, esa largas y tiernas manos, tan suaves que se miran tan corteses que no esperas nunca el rasguño, no esperas el golpe, es tan un sueño que me da miedo moverme rápido y que se pueda desvanecer.

Ella me habla al oído, que digo habla!! Me canta, me susurra, esa voz de angel con la que hubiera soñado María Anna Cecilia Sophia Kalogeropoulos, esos labios que guardan esa lengua no podrían ser menos que de una “sirena-soprano” aquella cuya melodía te convence de dejarte matar, hasta podrías ponerle azúcar a tu cuello para permitirle la mordida, ya no me pertenezco, y esa otra me toma.
 
...no me di cuenta, abrió la boca, mire sus labios de miel y le permití comerme, las alas del insecto se deshicieron entre las mordidas y la saliva, ppfff empiezo una nueva vida dentro de ella… 

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