“La multimillonaria y polémica "fábrica de bebés"
en India”… “La abuela que dio a luz a su
propio nieto”… Gritaban los títulos de noticias de actualidad sucediendo en un
mundo sobrepoblado… el capitalismo
patriarcal es un virus que infecta desde los pensamientos hasta el útero, entiendo
que desafortunadamente muchas mujeres no son dueñas de sus cuerpos sobre todo
en las partes del mundo más carentes y vulnerables, donde religiones y políticas
misóginas les prohíben el aborto, incluso educación para la planificación o la
posibilidad para verse a sí mismas más allá de una incubadora o un horno de
bebes, incluido el peso de los discursos sexistas pseudo científicos
biologicistas que hablan desde “la verdad” e instituyen realidades, el linaje,
la sangre, donde el ser humano no alcanza a valer como existencia si no se
reproduce, donde parir es un símbolo único de descendencia, porque solo importa
la materia que defecas, que expulsas,
que “creas” cual obrero en fábrica, si tu cuerpo no está manufacturando no
existirá a futuro, donde parir se cree erróneamente sinónimo de ejercer la
maternidad, el produccionismo biológico para mí es incluso peor que la idea del
produccionismo ligado al consumismo, consumimos bebés, seres humanos, alquilamos
úteros, el sistema nos fagocita a tal
grado que naturalizamos la necesidad de reproducir como una inercia a la vida irrefutable,
la creemos una vaca sagrada incuestionable, creemos a la maternidad paridora poesía
natural, una institución noble e inocente, se da por hecho que una mujer nace
para criar, inamovible si tu cuerpo nace sexuado femenino.